dima
  • Restaurant José Ramón 277 – Barrio Lastarria

    Ubicación: Barrio Lastarria, Santiago, Chile
    Superficie: 120 m2
    Mandante: Gonzalo Errazuriz - Ignacio Salazar
    Diseño Gráfico: Juan Bruce
    Arte Mural: Antonia Boza
    Constructora: Veintediez
    Fotografía: K&R Photography, Pablo izquierdo
    Año: 2014

    El encargo consistió en renovar, completamente, el clásico local de comida “Malas Artes”, ubicado a pasos del Centro Cultural Gabriela Mistral (GAM) en pleno Barrio Lastarria, en el centro de Santiago.

    La idea de partida fue desarrollar un local que reflejara la experiencia de comer un sándwich y tomar una cerveza. Con esa idea se organizó un equipo multidisciplinario de trabajo; compuesto por arquitectos, un diseñador gráfico, una artista visual, un chef de cocina y constructores, que junto a los clientes y en largas sesiones de trabajo, desarrollamos la idea, la experiencia, la marca y la comida que se serviría y como se serviría. El proyecto se origina en la cerveza y en el sándwich pero también en lo chileno y en lo criollo, sumido en un ambiente escondido, propio del espacio en donde se intervino.

    Nosotros entendemos lo chileno/criollo como lo simple y lo mestizo. Esto lo expresamos en lo material y en lo funcional. Apelamos a los materiales nobles que encontramos en el lugar, a la arquitectura soportante que entrega el local y a la gente variada que convoca el restorán.

    La consigna fue liberar la mayor cantidad de espacio y convertir la estructura del edificio original junto a la gente en la imagen de José Ramón 277. Para esto optamos por materiales nobles como la madera, el acero y el ladrillo. La reutilización de los materiales resultantes de la demolición, el uso de colores planos y luces cálidas. Con el objetivo de Revalorizar la estructura preexistente en un ambiente cálido y cercano.

    El proyecto contemplo revaluar las circulaciones y los accesos y demoler todos los tabiques existentes, demoler los pavimentos y los revestimientos de muros, con tal de llegar al corazón de la edificación original. Se cambió el acceso de lugar, para individualizar al restorán de los pisos superiores del edificio. Esto llevo a cambiar la barra a lo largo del salón principal frente al nuevo acceso, donde se reutilizaron las maderas recuperadas del piso. Se crearon dos salones; un principal frente a la barra y al acceso; más dinámico, bullicioso y ajetreado y otro salon de carácter más íntimo al final del restorán, donde se mantuvo el mobiliario original.