Ubicación: Las Condes, Santiago, Chile
Constructora: Lemu
Fotografias: Marcos Zegers
Superficie: 450 m²
Año Proyecto: 2024
Año Construcción: 2025
Ubicadas en el último piso de un edificio corporativo en Las Condes, Santiago, las nuevas oficinas de Payscan representan una oportunidad para reimaginar su espacio de trabajo, potenciando la creatividad, la colaboración y la identidad de la marca a través del diseño. La intervención comenzó conectando dos oficinas independientes para consolidarlas en una única gran planta libre de 450 m². Desde la primera visita al lugar destacó la imponente altura interior —3,60 metros libres entre losas de hormigón— y los generosos ventanales perimetrales, atributos que el nuevo diseño buscó realzar para crear ambientes luminosos, contemporáneos y con carácter propio. Tras evaluar diversas alternativas de zonificación y funcionamiento, se optó por disponer los espacios de trabajo y permanencia en torno al perímetro, privilegiando la luz natural y las visuales hacia el exterior. A lo largo de la fachada principal se organizaron los puestos de trabajo abiertos, favoreciendo la interacción constante y el sentido de comunidad entre los colaboradores. El orden en el layout propuso optimizar las superficies de circulación, suavizando los giros ortogonales con esquinas redondeadas que permiten desplazamientos más fluidos y ergonómicos. Como empresa tecnológica dedicada al procesamiento de pagos, Payscan planteó el desafío de diseñar espacios eficientes, atractivos y contemporáneos que incentivaran el retorno al trabajo presencial. Con este propósito, se proyectaron dos zonas de coffee break en los extremos de la planta, cada una con una identidad cromática distintiva —berenjena y verde agua—. Ambos espacios incorporan mesas altas y taburetes para reuniones informales, junto a cabinas con bancas fijas destinadas a conversaciones breves o llamadas telefónicas. La paleta material se orientó a generar calidez y luminosidad, utilizando predominantemente madera de pino chileno en tonos naturales, aplicada en revestimientos lisos y tableados. Para enfatizar la sensación de amplitud y reforzar la altura del espacio, el cielo se pintó en gris claro, manteniendo las instalaciones a la vista y aportando un carácter industrial controlado. El mobiliario incorporó acentos en los mismos tonos berenjena y verde agua, mientras que jardineras integradas introducen vegetación natural, reforzando los beneficios ambientales y psicológicos del verde en los espacios de trabajo. Uno de los requerimientos esenciales del proyecto fue mejorar el confort acústico. Para ello, se optó por un pavimento vinílico continuo en palmetas, que aporta uniformidad visual y absorción sonora. Sobre las áreas de coffee se dispusieron nubes acústicas circulares suspendidas en los mismos tonos cromáticos, y en las salas de reuniones se emplearon cielos tipo bafle metálicos, que reducen la altura interior y disminuyen la reverberación. La iluminación general se resolvió mediante líneas de luz continua que acompañan los recorridos y enfatizan la geometría de los cielos bafle. En contraste, las salas de reuniones incorporan luminarias de anillos circulares, generando una composición más escultórica y pausada. El resultado es un espacio contemporáneo, cálido y funcional, donde la luz natural, la materialidad y la geometría se combinan para promover el bienestar y la colaboración en el entorno laboral.